Observaciones: Ruta fácil de rico valor medioambiental junto a la orilla del río Manzanares a su paso por el Monte de El Pardo. El camino se encuentra bien señalizado y en buen estado. Existen dos viales paralelos. El vial principal, más ancho, y la «Senda fluvial», un vial más estrecho que comienza bajo el puente ferroviario (nuestra ruta comienza en el aparcamiento de Somontes) y discurre junto a la orilla del río. Ambos caminos se cruzan y en algunos puntos coinciden.
Durante todo el recorrido encontraremos señales que nos informarán de la dirección y distancia a los diferente puntos de interés que nos iremos encontrando por el camino.
La «Senda fluvial» se encuentra señalizada por postes con señales azules y verdes que nos acompañarán durante todo el recorrido.
Llegados al puente de los Capuchinos, la senda se bifurca y podremos optar por continuar por cualquiera de las dos márgenes.
El camino de la orilla derecha se encuentra bien adaptado y señalizado, mientras que por la margen izquierda el camino es más «salvaje» y no se recomienda para personas con con dificultad de movilidad.
En la presente ruta recomendamos la senda junto a la valla del Monte del Pardo, es decir, por la margen izquierda, pero ambas resultan de una gran singularidad y belleza.
Una excelente opción de regreso consiste en retroceder desde la presa hasta la pasarela de Mingorrubio, cruzar y continuar la «Senda fluvial» hasta alcanzar de nuevo el puente de los Capuchinos.
1. Salida
La ruta comienza en el aparcamiento de Somontes situado en el desvío al Palacio de la Zarzuela. Allí podremos dejar el vehículo (o no, ya que los fines de semana el aparcamiento se llena a primera hora debido a la escuela de hockey, por lo que otra interesante opción es comenzar la ruta en el área recreativa Somontes, pasado el Club Tejar de Somontes).
Un cartel explicativo nos da la bienvenida al sendero que discurrirá a la orilla del río Manzanares. Por el camino llevaremos a nuestra derecha la valla del Club Tejar de Somontes, mientras que a nuestra izquierda nos encontraremos una tupida vegetación de ribera caducifolia que acompaña el curso del río Manzanares.
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Vegetación de ribera
Dependiendo de la distancia al agua, nos encontraremos que en las zonas más próximas se sitúa la vegetación palustre, formada fundamentalmente por eneas, juncos churreros, sauces, arbustos y arbolillos que protegen a la orilla de la erosión del río. Mientras, más alejados de la orilla del río nos encontraremos suelos muy fértiles con árboles caducifolios como chopos y fresnos, así como olmos.
El papel ecológico de estas especies resulta de gran importancia ya que además de servir de refugio de la fauna, fijan los suelos y taludes de los ríos.
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2. Área Recreativa Somontes
Recorrido kilómetro y medio, alcanzamos un gran aparcamiento junto al cuál se encuentra un área de recreo con mesas, papeleras, fuente e incluso columpios para los más pequeños.
Este puede ser un buen lugar para dar comienzo a nuestra ruta, si no hemos optado por comenzarla en Somontes, al disponer de aparcamiento y agua.
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3. Puente del Tren / Comienzo de la Senda Fluvial
Recorrido un kilómetro desde el aparcamiento del área recreativa, llegaremos al puente de hormigón y hierro por el que transcurre la vía férrea. Justo al cruzar el vano, encontraremos un cartel junto a una escaleras que bajan a la orilla del río, informándonos del comienzo de la senda fluvial del río Manzanares. La misma transcurre por un estrecho sendero de nueva creación junto a la orilla del río y se encuentra señalizada por unos postes marcados en verde y marrón. No obstante, el camino principal, ancho y bien cuidado, continuará su recorrido pudiendo optar por continuar, indistintamente, por una u otra vía.
Conviene decir que la senda ecológica nos enviará continuamente al camino principal para poco después retomar la senda. Desde este punto, la vegetación de ribera prácticamente desaparece dejando a la vista el río Manzanares, cuyas isletas con abundante vegetación son el hábitat de un gran número de aves acuáticas como azulones, garzas reales y martines pescadores.
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4. Primeras Edificaciones de El Pardo
Cruzado el pinar llegamos a las primeras edificaciones del pueblo de El Pardo. Nos da la bienvenida el Centro Tecnológico de Seguridad (CETSE), un moderno centro inaugurado en 2016 creado para potenciar la coordinación entre la Policía Nacional y la Guardia Civil con modernos sistemas de información y comunicaciones.
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5. Casco Urbano de El Pardo
Continuando por vial llegamos al pueblo de El Pardo. El camino se bifurcará al llegar a las primeras casas y deberemos optar por desviarnos a nuestra izquierda para continuar por la senda ecológica introduciéndonos en un frondoso bosque de ribera.
Hidrotecnias del río Manzanares
Continuando por el bosque llegaremos a un punto donde se retuerce el río Manzanares y aumenta la velocidad de las aguas. Allí nos encontraremos las hidrotecnias: estructuras de ingeniería, formadas por rocas y restos vegetales, especialmente diseñadas para modificar las circulación del agua y el comportamiento del río en su entorno. De esta forma, se crean diferentes hábitats en el propio lecho del río, con la generación de depósitos de distintos tamaños, zonas de remanso y mayor profundidad, y otras con mayor velocidad del agua. Esto propiciará una mayor variedad de especies de algas, plantas y macroinvertebrados, favoreciendo así la presencia de peces autóctonos e incrementando la biodiversidad.
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6. Puente de los Capuchinos
Continuando por la senda boscosa entre el río Manzanares y el pueblo de El Pardo, llegamos al puente de los Capuchinos. Aquí tendremos dos opciones, continuar por la margen del río por que venimos, o cruzar por encima del puente para continuar por la orilla contraria.
Si tenemos tiempo y nos apetece, podremos desviarnos 100 metros del camino y desviarnos al parque junto al restaurante San Francisco que se encuentra en la subida al Cristo del Pardo.
Un puente de tres vanos
El puente de los Capuchinos, que conecta el pueblo de El Pardo con el convento de Nuestra Señora de los Ángeles (más popularmente conocido como Cristo de El Pardo), fue finalizado de construir en 1875 y originalmente contaba con seis vanos. No obstante, el puente fue reconstruido en 1961 pasando a disponer de solo tres vanos debido a los dragados del río y al confinamiento del cauce entre terraplenes longitudinales.
Cruzamos el puente de los Capuchinos y tomamos una estrecha senda escondida junto a una caseta. Un cartel que nos indica la dirección a tomar para dirigirnos a la «Pasarela de Mingorrubio» nos ayudará a identificar el camino.
El camino aquí se hace estrecho y el bosque cerrado.
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7. Azud de El Pardo
Nuestra siguiente parada es el azud de El Pardo, un pequeño represamiento del río Manzanares, levantado en 1961, utilizado para captar y derivar agua a una balsa situada a un kilómetro de distancia para su utilización en caso de incendio.
En este azud aprenderemos una interesante lección medioambiental.
Una rampa para peces
Hasta marzo de 2019, el azud consistía en una pared que embalsaba el río, permitiendo la captación de agua, que no obstante, constituía una barrera que impedía el libre movimiento de los peces río arriba para su reproducción y generaba un remanso convirtiendo el río en un estanque con la consecuente pérdida del hábitat fluvial natural.
Para eliminar el problema, se procedió a crear una rampa para peces que permitiera compatibilizar ambas necesidades: el abastecimiento de agua y la recuperación del hábitat.
Por un lado se ha reducido el aliviadero, permitiendo la apertura del aliviadero y de la rampa, rebajar la cota de agua medio metro de altura y reducir la longitud del remanso, compatibilizándolo con la función de bombeo de agua. Por otro lado, la construcción de una rampa naturalizada, ha permitido eliminar el efecto barrera para los peces, permitiendo a especies grandes y pequeñas poder remontar el río.
Dejamos el azud de El Pardo y continuamos. Ahora tenemos la opción de continuar por el vial principal, más ancho, o por la «Senda fluvial», más estrecha y tortuosa, y más próxima al río, por donde podremos apreciar la vegetación de ribera y la fauna fluvial.
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8. Pasarela de Mingorrubio
Continuando la senda alcanzamos la pasarela de Mingorrubio. Se trata de un vado por donde el agua quedaba a baja altura y sobre el que se levantado una pasarela que permite acceder al área recreativa de Mingorrubio, donde existe un aparcamiento para numerosos vehículos y mesas. Posteriormente, cuando regresemos, podremos cruzar y hacer el regreso por la orilla contraria descubriendo un paisaje diferente.
Seguimos la ruta y descubriremos el bosque mediterráneo acompañándonos a nuestra izquierda. En este punto, será probable encontrarnos con especies cinegéticas como los gamos, jabalíes y ciervos, pastando protegidos por la cerca que separa el Monte de El Pardo de la Senda fluvial.
La Berrea
Si nos encontramos en veroño (finales de verano y principios de otoño), podremos escuchar la berrea, el espectáculo musical del Monte de El Pardo. El berrido del ciervo para atraer a la hembra que puede ser escuchado a 3 km. de distancia, siendo las mejores horas del día las primeras de la mañana o las últimas de la tarde. A los que se une el ronquido del gamo, sonido emitido con el mismo pretexto, pero no audible a tan larga distancia.
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9. Presa de El Pardo
Nuestro camino llegará a su fin cuando alcancemos el embalse de El Pardo, donde se forma una lagunilla con el agua arrojada por los desagües de chorro hueco.
La Presa de El Pardo fue inaugurada en 1970 y regula las aportaciones del caudal del río Manzanares garantizando unas condiciones medioambientales satisfactorias. Asimismo, lamina las avenidas de agua para minimizar inundaciones en la capital.
La Presa de El Pardo en cifras:
Altura: 35 m. Elevación desde el caudal: 28,15 m. Capacidad: 43 hm3 Superficie: 550 hectáreas Coronación: 830 m. longitud / 9 m. anchura Desagües de fondo: 2 conductos de 1200 mm. de diámetro / 2 válvulas de chorro hueco Capacidad del aliviadero: 750 m3/seg.
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